Cómo perdí 30 kilos en 6 meses
Para muchas personas el sobrepeso es un problema, uno de los mayores a los que podemos enfrentarnos: la pérdida de autoestima. Personalmente, el sobrepeso nunca me ha supuesto un problema a nivel emocional, siempre he estado a gusto conmigo mismo. Y eso es lo más importante. Sin embargo, un día dije basta y seis meses después aquí estoy, con 30 kilos menos a mis espaldas.
Todo empezó por un cambio radical en mi vida. Sin entrar en muchos detalles, citaré a Emilio Duró con su frase "¿Cuándo hace ejercicio el divorciado? ¡Cuando se divorcia!". En cualquier caso, me encuentro después de Navidad, con 96 kilos, un IMC de 34 (lo que supone obesidad moderada rozando la obesidad severa) y ganas de bajar de peso, pero ¿cómo?. La respuesta es la de siempre salvo en algunos casos: ejercicio físico, dieta, paciencia y esfuerzo.
Dieta
Somos lo que comemos, así que si lo que queremos es bajar de peso deberemos reducir la ingesta de calorías, generando un déficit calórico y obligando a nuestro cuerpo a quemar esas reservas de grasa que tanto le gusta acumular.
Lo primero que debes de entender es que no existen las dietas milagro. Lo mejor es comer saludable y equilibrado. Una persona promedio consume unas 2.000 calorías al día. Yo opté por bajar a unas 1.200 diarias. Pero lo más importante de todo es comer equilibrado. Aproximadamente un 50% de hidratos de carbono, un 25% de proteínas y un 25% de grasa. Sobre todo, no olvides las proteínas ni las grasas debido a su faceta saciante. La fibra tampoco te vendría mal en este aspecto.
Si eres de los golosos, de los que te cuesta moderarte o medir la ingesta de comida, tienes a tu disposición una fantástica solución: los batidos. Por un lado tienes los batidos de proteína que te ayudarán a no perder músculo y por otro lado tienes alternativas como Joylent, Soylent o Queal. Estos últimos, contienen todas las necesidades nutricionales que tu organismo necesita. Estarás bien alimentado a la vez que sacian y te ayudan a saber exactamente cuántas calorías ingieres a lo largo del día. Llevo alimentándome unos tres meses casi exclusivamente con Joylent, otro día os contaré mi experiencia con estos batidos.
Ejercicio
Complementaremos el déficit calórico provocado por la dieta con ejercicio físico. Esto nos ayudará a acelerar nuestro metabolismo y obligar a nuestro cuerpo a que espabile. Es hora de moverse. Es hora de perder peso. Si hace muchos años que no practicas deporte, como era mi caso, empieza poco a poco o te acabarás desmotivando. Perder la motivación no te conviene.
Así pues y si tu tiempo libre te lo permite, camina todo lo que puedas. Los mejores ejercicios para quemar grasa son aquellos de intensidad leve o moderada y prolongados en el tiempo. En mi caso, llegué a caminar de 12 a 15 kilómetros diarios. ¡Nada mal!
Una alternativa más rápida es correr. Sin embargo, el running y el sobrepeso no son una buena combinación para nuestras rodillas. Es preferible cualquier otro ejercicio como bici o elíptica. Un error que cometí fue hacer sólo cardio. Si no quieres convertirte en un delgado gordo, lo mejor es que empieces con ejercicios de fuerza, CrossFit, Freeletics, kettlebells, HIIT... Si estás empezando, nada mejor que las famosas sentadillas y flexiones para acelerar tu metabolismo.
Paciencia
Perder peso no es cuestión de días. Es cuestión de meses. Si tienes que perder mucho peso, incluso de años. No te obsesiones con la báscula. Preferiblemente pésate una vez a la semana. Mídete la cintura, verás poco a poco como el trabajo va dando sus frutos.
Haz ejercicio todos los días. Poco es mejor que nada. Muévete, no te quedes sentado en el sofá viendo la tele. La clave es la constancia.
Después de 6 meses ¿qué?
Cada persona es un mundo. No todos tenemos el mismo metabolismo basal ni la misma energía a la hora de hacer ejercicio. En mi caso y después de 6 meses, he pasado de tener 95,9Kg, un IMC de 34 y un 35,4% de grasa, a un peso de 65,8Kg, un IMC de 23,3 y un 12,6% de grasa.
Por el camino he perdido masa magra, lo que no es recomendable. Ya sabes, a más músculo más metabolismo basal. Probablemente me he pasado haciendo cardio y debería haber incorporado antes una rutina de pesas a mi entrenamiento, así como haber comido más proteínas.
No obstante, el resultado no está nada mal. He pasado de una talla 38-40 de pantalones a una 30, así como camisetas XL a S. Sin embargo, he destacar que lo mejor no es la pérdida de peso ni que la ropa me quede mejor. Lo mejor sin duda alguna ha sido la mejora de salud. Ahora no me canso cuando subo las escaleras, soy mucho más activo física y mentalmente y duermo mejor. ¿Y el colesterol y triglicéridos? Ni rastro de ellos, tras dos meses se han situando en su rango normal.
Recuerda que esta ha sido mi experiencia. No es mejor ni peor que las demás, simplemente la que a mí me ha funcionado.
Ahora
En la vida, hay veces que pasas de un extremo a otro. He pasado de una vida sedentaria a practicar una hora de ejercicio al día, casi sin excepción. Como decía, actualmente rondo el 12-13% de grasa corporal. No está nada mal, pero ahora me toca luchar contra la grasa rebelde y aumentar la masa muscular. Sin embargo, me quedo con la mejor parte de todas: una mejora notable en mi salud, más agilidad y mejor estado de ánimo. Como suele decirse, el deporte es el mejor antidepresivo natural.